Las cifras de EEUU apuntan a una baja de tasas de la Fed la próxima semana, pero hay cautela hacia el 2025
Con tanto que evaluar, muchos analistas esperan que el mensaje del banco central del miércoles, la rueda de prensa posterior del presidente Jerome Powell y las proyecciones actualizadas sea algo duro.
Por: Reuters | Publicado: Viernes 13 de diciembre de 2024 a las 10:53 hrs.
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Los inversionistas dan casi por hecho que la Fed recortará las tasas de interés en un cuarto de punto porcentual en su reunión de los días 17 y 18 de diciembre, aunque la atención se centrará más en las nuevas proyecciones económicas de los responsables de política que se publicarán junto con la decisión.
Estas proyecciones incluirán una actualización de cuánto creen los responsables de la Reserva Federal que seguirán reduciendo las tasas en 2025 y quizás hasta 2026.
El ejercicio tendrá que tener en cuenta los datos que muestren entretanto una inflación más sólida de lo esperado, un mercado laboral saneado, un resultado electoral en Estados Unidos que podría cambiar el panorama mundial del comercio y la inmigración, y los riesgos geopolíticos actuales.
Con tanto que evaluar, muchos analistas esperan que el mensaje del banco central del miércoles, la rueda de prensa posterior del presidente Jerome Powell y las proyecciones actualizadas sea algo duro, con la Fed quizás más cerca de una detención de los recortes o al menos reacia a comprometerse a más reducciones de lo que era hace apenas unos meses.
Estos son algunos de los datos que tendrán en cuenta los responsables de la política monetaria de la Reserva Federal:
La obstinada danza de la inflación
La inflación no ha mejorado mucho desde las últimas proyecciones económicas de la Reserva Federal de septiembre ni desde su reunión del 6 y 7 de noviembre. Sin embargo, algunos de sus componentes han experimentado cambios que han convencido a los responsables de política de que se está produciendo una disminución gradual de las presiones sobre los precios, conocida como desinflación.
El aumento del costo de la vivienda se ha ralentizado y el índice de precios de los gastos de consumo personal, que la Fed usa para medir el avance hacia su objetivo de inflación del 2%, parece encaminado a una lectura baja cuando se publiquen los datos de noviembre la próxima semana. Eso no ocurrirá, sin embargo, hasta dos días después del final de la reunión.
La contratación ha resistido
El mercado laboral sigue siendo una de las grandes sorpresas del banco central. La tasa de desempleo ha aumentado modestamente desde que la Fed empezó a subir las tasas de forma agresiva en marzo de 2022, pero en el 4,2% sigue por debajo de la media nacional a largo plazo y justo en el nivel que el funcionario medio de la Fed considera que representa aproximadamente el pleno empleo.
De no producirse una sorpresa desagradable en diciembre, es probable que la tasa de desempleo termine el año por debajo del 4,4% que los responsables de política habían incluido en sus previsiones de septiembre.
La creación de empleo, por su parte, se ha ralentizado con respecto a la fiebre de los últimos años, lo que ha llevado a algunos responsables políticos a considerar que el mercado laboral funciona actualmente a un ritmo sostenible.
Esta resistencia, sin embargo, es una de las razones por las que los responsables dicen que quieren ser cautelosos con los futuros recortes, por temor a que la economía esté funcionando realmente cerca de su potencial en estos momentos. Un recorte excesivo de la tasa oficial, actualmente entre 4,50% y 4,75%, podría estimular la demanda, aumentar la capacidad de la economía para satisfacerla y elevar la inflación.
Los salarios compensados por la productividad
Otra agradable sorpresa en los datos recientes: los trabajadores siguen siendo más productivos con el paso del tiempo, y las mejoras han sido suficientes para atenuar los aumentos salariales que, de otro modo, habrían sido demasiado elevados para la zona de confort inflacionaria de la Fed.
Los costos laborales unitarios para las empresas, una de las claves para saber si un mercado laboral tenso está alimentando las presiones sobre los precios, han aumentado a un ritmo más moderado.
La demanda no cede
Otro signo de resistencia económica ha sido el gasto de los consumidores, que no muestra muchos signos de enfriamiento más allá de su regreso desde los elevados niveles de la pandemia a algo más parecido a la tendencia anterior a ésta.
Mientras la gente tenga trabajo y gane dinero, gastará, una de las condiciones importantes para el "aterrizaje suave" de la elevada inflación que los funcionarios de la Reserva Federal creen estar a punto de lograr.